28.6.07

Subtecard

Imaginate lo siguiente:
Un hombre escucha el despertador todos los dias a las 7 de la mañana. Abre un ojo, y mientras afloja la lagaña del otro, gira la cabeza y ve el pelo negro de su mujer. El mismo paisaje de todos los días. En el fondo tiene la esperanza de encontrar uno distinto. Con la primera vuelta de cuerda del día, llega al baño. Otra vez una imagen conocida: la suya, en el espejo, con los párpados a media asta, con un hilo de baba pegado en la comisura de los labios, con un estilo punk involuntario. Repite el ritual diario de la ducha, se viste, traga un cafe recalentado en el microondas, que no llega a disfrutar, y sale a la calle. Evita saludar a la misma gente que ayer y cruza las mismas caras en la bajada del subte, que en unos minutos lucharan por un asiento vacio, o por vaciarlo a prepo.
Un dia, entre tantos, ve algo que lo sorprende. Puede ser un detalle que no habia tenido en cuenta, puede ser un sonido nuevo, puede ser una mujer. Busca en su bolso una birome. Encuentra una de promoción que nunca usó. Roja. Busca donde anotar. En un rincón del bolso se acumulan decenas de tarjetas de subte. No puede desechar las sensaciones nuevas y piensa que como esas, mil cosas distintas se pueden encontrar. Y tiene que registrarlas. Sabemos, la memoria es débil.


** Originalmente publicado en
"Hoy vi"

12.6.07

"... si es en febrero, mejor"

Gran parte de mi árbol genealógico con raíces bien agarradas en suelo alguna vez habitado por charrúas; y después cultivado por criollos y descendientes de africanos, menjunge que dio a luz a uno de los mejores carnavales del mundo. Un grupo de hombres, uno en ese puñado de encargados en difundir esta manifestacion por el mundo, visita periódicamente nuestra ciudad. Este texto nació de una de esas visitas, a modo de crónica periodística, como necesidad de mostrar lo que este grupo generó en mi y en muchos otros. Fue subida en internet por una página que en ese momento se dedicaba a esta murga (hoy encargada de la difusión de la música uruguaya en general: Eco http://eco.up.md/)
*Gracias, Gil y Jorge, por no dejarme tirar este texto





Volvió La Falta a Buenos Aires / por Larisa Bentancur



Por fin llegó el día tan esperado por los falteros porteños. Después de tantas idas, vueltas y rumores, por fin la Falta aterrizó en la calle Balcarce, en ese lugar tan querido por nosotros y que el mismo Raúl Castro define como "su casa".Decidieron hacerlo en el mes de octubre, fecha rara para que los murguistas se presenten fuera de Montevideo, donde las gargantas ya empiezan a calentarse aprontándose para el próximo Carnaval. Pero la Falta no lo hará, y el calorcito de la noche primaveral hace que venga a nuestras mentes la idea de las noches de febrero. El show estaba previsto para las 23 hs. Los seguidores del Carnaval uruguayo comenzaron a dar el presente alrededor de las 22 hs; algunos, antes. Unos minutos más tarde, la bañadera de la Falta estacionaba frente al local. Un grupo de hombres apurados y desaliñados bajó de ella, y más apurados aún se adentraron en la sala. Cerca de las 23hs se abrieron las puertas. Ya la gran masa de concurrentes que luego llenaría la sala copaba la entrada y la vereda. En el ambiente se percibía la sed de Falta y Resto. Se extrañaba el pire contagioso de los murguistas. Casi media hora más tarde, el Flaco Castro enfundado en un smoking y con su recitado-presentación hace estremecer a la ansiosa legión faltera, que cumple al pie de la letra el pedido que hace la murga con su primer tema, "Tiemblen".Siguieron más de dos horas de agite murguero. La Supermurga se explaya en su propuesta novedosa de agregar instrumentos del pop a la clásica batería; noción tal vez extraña para los que estamos acostumbrados al bombo, platillo y redoblante, que sin embargo resulta interesante de conocer.Durante el tiempo que dura el show, se despiertan variados sentimientos. La euforia llega de la mano de los clásicos ("Adiós Juventud", "La despedida del Gran Tuleque", "Que el letrista no se olvide", "Brindis por Pierrot"). El humor lo aportan el Mono y Raúl Castro con "El Gran Bulón". Los momentos de crítica fueron representados por los cuplets "Plataforma 22" y "Gente". Hubo lugar para el homenaje a tres grandes personajes de la cultura rioplatense: Tita Merello, Jorginho Gularte (con la genial interpretación de un tema suyo por parte del Coca Vidal) y el Negro Rada. Y no podía faltar la emotiva evocación a la querida ciudad de Montevideo con "La Nunca Vista"... la recreación de sus voces callejeras y esos versos que pintan el sentir del montevideano hacen que se piante más de un lagrimón.

El espectáculo está llegando a su fin. La retirada del 2003 anuncia el triste final. Los murguistas bajan del escenario entre la gente. La batería de murga se luce mezclada con la euforia del público. Y se va... la murga se va... Los falteros se niegan a dejar la sala. "Una más, y no jodemos más", dicen. Y la Falta volvió. Volvió con dos clásicos potentes: "Colombina" y "La Retirada año '82". El clima de tablado estaba instalado en la sala. Lástima que ella tenía otros compromisos, y la murga se fue... Pero la gente otra vez se negó a irse. "La Falta no se va, la Falta no se va", gritan. La Supermurga agradece ese gesto de la hinchada con un tema más, esta vez a capella y con esos fieles seguidores como coro. El tema elegido fue la "Retirada del 2001", otra composición con gran carga sentimental especialmente para los uruguayos que están lejos. Después de esto, la murga se fue por esta noche. Pero lo hizo dejando el corazón de cada uno de nosotros lleno de alegría, con la satisfacción del deber cumplido: el traer a este lado del charco un pedacito de noche carnavalera. Esta experiencia se repetirá cada sábado de octubre. La hinchada agradece.
Falta y Resto... Salú!


®Larisa Bentancur/ Sabado 4 de octubre de 2003 /La Trastienda/ Buenos Aires